La dependencia emocional es un vínculo que se puede establecer tanto con la pareja, como en amistades, hijos, etc. En la relación de pareja, la persona dependiente, deja de lado todo su mundo para dedicarlo exclusivamente a la relación con su ser querido. Se priorizan las necesidades de los demás perdiendo así las necesidades y preferencias propias, por miedo al abandono, al rechazo o a posibles discusiones, se aceptan situaciones no deseadas, olvidando la esencia y parte de la persona.
El miedo a la soledad, a no encontrar nunca más a nadie que nos quiera, es uno de los factores que propician la resignación y el quedarnos anclados en la situación actual. Es entonces, cuando la relación se convierte en una lucha constante, entre lo que tenemos y lo que queremos. Aun sabiendo que la relación no va bien del todo, hay una profunda negación a aceptarlo, a menudo por un tema de creencias.
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