Desde la ciencia y la química el enamoramiento empieza cuando nos atrae alguien físicamente. Nuestro cerebro se inunda de una serie de neurotransmisores en cascada que traen consigo sentimientos intensos, caóticos, a veces contradictorios los cuales revolucionan nuestras emociones. Estos nos pueden hacer sentir excitación, felicidad y subidones de energía que nos permiten pasar horas con esa persona conversando o haciendo el amor, etc. sin percibir sensación de hambre, sueño o cansancio. Por ello, a menudo nos obsesionamos y nos volvemos ‘adictos’ a esa persona, por cómo nos hace sentir, tratándose de una adicción similar a la que producen la cocaína, los opiáceos y los trastornos obsesivos compulsivos.
Esta inundación de sustancias está compuesta por los siguientes neurotransmisores:
Dopamina: La droga del amor. Nos hace sentir placer y euforia y esa “necesidad” de ver y estar con la persona deseada.
Norepinefrina: Nos da un chute de adrenalina, la que hace que nos lata el corazón más rápido, suba la presión arterial, nos suden las manos y nos ruborizamos. ¡Una montaña rusa de sensaciones!
Feniletilamina: La sal de la vida. Este neurotransmisor lo vuelve todo más intenso. Nos hace sentir que estamos en las nubes, felices y motivados.
Oxitocina: Además de provocar la dilatación en el parto parece ser un mensajero químico del deseo sexual. Un abrazo también te puede cargar de oxitocina.
Pero no todo es química, hay otros aspectos que influyen de forma determinante.
La ATRACCIÓN FÍSICA que sentimos des del agrado de la APARIENCIA y las QUALIDADES que nos resulten más deseables, sobre todo si nos parecen especialmente atractivas.
Sentir que hay ATRACCIÓN MÚTUA i reciprocidad de emociones inconscientemente hace que la esa persona te guste más.
SIMILITUD y FAMILIARIDAD parecida a la otra persona, hace que compartamos, valores y rasgos de personalidad afines a nosotrxs. Eso fomenta mayor vínculo en la pareja.
La CERCANÍA y el pasar tiempo con esa persona demuestran que sentimos más afecto positivo cuando más tiempo pasamos juntos. El compartir vivencias y AFINIDADES esa persona cada vez se va volviendo más cercana y hace que la presencia del otro se vuelva más agradable y familiar.
La SATISFACCIÓN DE LAS NECESIDADES como pueden ser el amor y el sexo genera mayor probabilidad de que fluya el enamoramiento.
¿Qué pasa cuando se va la etapa del enamoramiento?
La fase de enamoramiento puede variar depende de cada relación. Se estima que ese torbellino de emociones puede durar entre los 6 meses y los 2 años aproximadamente. Aunque va a depender de cada relación.
Algunas personas viven enganchadas a esta etapa y por eso cuando el cuerpo ya no responde igual a ese subidón de sustancias, (porque este ya se ha acostumbrado y por lo tanto ya no responde igual), cortan con la relación y buscan otra vez este chute de emociones fuertes.
No obstante vivir siempre en la etapa del enamoramiento es agotador y no siempre nos genera felicidad, también nos aporta confusión y malestar. Es por eso que pasar a la siguiente fase, la fase del amor maduro, aporta crecimiento a nivel de pareja, un vínculo de amor verdadero que solidifica la relación aportando equilibrio, tranquilidad y mayor reciprocidad. Se da cuando se superan crisis, cuando se entabla una buena comunicación, se dejan a un lado las idealizaciones y se elige querer a esa persona aceptándola tal y como es.
‘El amor es lo que somos. Si eres libre y mentalmente sano, tu vida afectiva será plena, saludable y trascendente'. Walter Riso
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