Cómo re programar tu mente

Puedes cambiar tu vida si cambias tu pensamiento.

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¿Eres propietario de tu mente o eres su víctima? A menudo nos quejamos y auto criticamos sin darnos cuenta que lo hacemos constantemente.

Si un día te levantas más tarde de lo normal, tienes que ir a trabajar, porque te das cuenta que no eres rico, te encuentras con el vecino al salir de casa, como vas tarde también hay más tráfico, vas a llegar tarde,... Parece que nada sale bien y todo son quejas por tu parte. ¡Empezamos bien el día!

Seguramente te torturarás por no haberte levantado antes y te sentirás el mas desafortunado del mundo. En definitiva, que te haces la víctima por la mala suerte que tienes o te castigas por no haber hecho las cosas de mejor manera.

¿Y si te digo que puedes cambiar tu vida si cambias tu manera de pensar? ¿Parece increíble verdad?

Para reprogramar tu manera de pensar te aconsejo que cambies la manera de hablarte. Si le dices a tu pensamiento que eres un desastre, generarás una emoción probablemente de tristeza, con lo cual tu comportamiento puede que no sea el más resolutivo. Pero si en vez de decirte cosas negativas cambias el chip y te dices cosas positivas, como por ejemplo: ‘soy capaz de conseguir lo que me proponga’ crearás una emoción positiva, quizá de motivación y así la conducta que lleves a cabo se corresponda con pasar a la acción con seguridad y entusiasmo.

Otras maneras de cambiar nuestro pensamiento:

‘Tengo que ir a trabajar’

‘Quiero ir a trabajar’ o ‘Voy a trabajar’

¿Alguien te obliga a ir a trabajar o vas porque quieres? Supongo que te interesa trabajar, ya sea para pagar el alquiler o los motivos que tengas. Cuando nos imponemos una tarea se convierte en una obligación y por defecto creamos cierta resistencia a hacerlo. Fíjate que en las dos segundas opciones lo eliges tú, porque quieres.

‘Tengo que dejar de comer chocolate’, ‘Tendría que ir al gimnasio’

‘He dejado de comer chocolate, ‘He decidido ir al gimnasio’

¡Unos clásicos! Al igual que en el ejemplo anterior se plantea como una obligación y no una elección. Si lo cambias por una afirmación ayudas a tu cerebro a crear conexiones nuevas y esos nuevos circuitos te ayudaran a actuar diferente, des de tu elección.

‘Nunca encuentro parquin’

‘Siempre encuentro parquin’ o ‘Voy a encontrar parquin’

Otras maneras de cambiar nuestro pensamiento:

‘Tengo que ir a trabajar’

‘Quiero ir a trabajar’ o ‘Voy a trabajar’

¿Alguien te obliga a ir a trabajar o vas porque quieres? Supongo que te interesa trabajar, ya sea para pagar el alquiler o los motivos que tengas. Cuando nos imponemos una tarea se convierte en una obligación y por defecto creamos cierta resistencia a hacerlo. Fíjate que en las dos segundas opciones lo eliges tú, porque quieres.

‘Tengo que dejar de comer chocolate’, ‘Tendría que ir al gimnasio’

‘He dejado de comer chocolate, ‘He decidido ir al gimnasio’

Unos clásicos! Al igual que en el ejemplo anterior se plantea como una obligación y no una elección. Si lo cambias por una afirmación ayudas a tu cerebro a crear conexiones nuevas y esos nuevos circuitos te ayudaran a actuar diferente, des de tu elección.

‘Nunca encuentro parquin’

‘Siempre encuentro parquin’ o ‘Voy a encontrar parquin’

Pongo un ejemplo personal, y es que yo siempre encuentro parquin. ¿Tengo suerte? ¿O es que estoy tan convencida que lo voy a encontrar que me acerco hasta la puerta donde quiero llegar porque quizá delante pueda aparcar? La mayoría de veces lo encuentro delante.

Si eres de los que piensan que nunca encuentras parquin, aparcarás tres calles más abajo por si acaso y te conformarás con este mal de ojo. Y quizá no pasa nada porque te gusta caminar, a mí también me gusta, aun así siempre encuentro parquin. :p

Pero el tema no es si encuentras aparcamiento o no, se trata de cómo te hablas al respecto. Lo que le dices a tu cerebro es procesado y se queda en forma de pensamiento y ese genera una emoción, que puede ser de enfado, tristeza, alegría,… con lo cual va a crear una actitud alineada a esa emoción. Y eso solo depende de ti.

Por eso es tan importante que prestemos atención a lo que le decimos a nuestro cerebro, porque él se lo cree.  Localiza que tipo de pensamientos tienes, se consciente y dale la vuelta a las cosas. Siempre hay más de una forma de ver la vida. ¿Tu cual escoges?

Deja tu comentario si tienes otros ejemplos, si encuentras parquin o no ;)  o si quieres compartir tu práctica con las afirmaciones:

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